Ballet 101: Las 5 posturas básicas

El ballet clásico es famoso por su técnica disciplinada, sus movimientos fluidos y precisos, su estética elegante y sus cualidades etéreas. Está profundamente arraigado en la tradición y utiliza técnicas y atuendos específicos, como las zapatillas de punta y los tutús, que se han transmitido a lo largo de los siglos. Existen diversas variantes estilísticas del ballet clásico, cada una influida por su origen y desarrollo: la Escuela Francesa, el método Vaganova (ruso), el método Cecchetti (italiano), el método Bournonville, el método Balanchine (estadounidense) y el método Royal Academy of Dance (inglés). Estos estilos hacen hincapié en diferentes elementos de la técnica del ballet clásico, lo que da lugar a bailarines con diversos talentos y cualidades, pero todos se basan en las cinco posiciones básicas para los pies y los brazos.

Estas cinco posiciones fundamentales, desarrolladas en el siglo XVII y formalizadas por el rey Luis XIV, el director de danza Jean-Baptiste Lully y el maestro de ballet Pierre Beauchamp, constituyen la piedra angular de la técnica del ballet clásico. La terminología se enseña en francés como homenaje a los orígenes del ballet en Francia e incorpora principios como el giro (rotación externa de los muslos desde las caderas) y el aplomo (equilibrio y estabilidad).

Tanto si te inicias en el ballet como si quieres refrescar tu técnica, dominar estas posturas es la clave para conseguir la gracia y la precisión que definen el ballet. Así que ponte las zapatillas de ballet y ¡a bailar!

Posición 1: Primera posición

Imagina que estás de pie con los talones juntos y los dedos de los pies apuntando hacia fuera, creando una línea recta desde los talones hasta la punta de los dedos. Esta es la primera posición. Los brazos deben estar ligeramente redondeados delante de ti, enmarcando el torso. Puede parecer que te estás preparando para un abrazo.

Posición 2: Segunda posición

Desde la primera posición, mueve un pie directamente hacia los lados, manteniendo los dedos apuntando hacia fuera. Los pies deben estar separados a la altura de los hombros. Los brazos se extienden hacia los lados, creando una curva suave, como si estuvieras sosteniendo con gracia una pelota de playa. La segunda posición te proporciona una base más amplia para el movimiento y el equilibrio.

Posición 3: Tercera posición

Empiece en la primera posición. Ahora, desliza un pie hacia delante hasta que el talón toque el arco del otro pie. Los brazos mantienen su suave posición redondeada delante de usted. La Tercera Posición es como un sutil paso de transición, que te prepara para movimientos más complejos más adelante.

Posición 4: Cuarta posición

Comience en la tercera posición. A continuación, desliza el pie delantero hacia delante, de modo que los pies queden más separados y uno delante del otro. Esta postura más amplia abre nuevas posibilidades de movimiento y equilibrio. Tus brazos pueden mantener su posición suave y grácil o ajustarse ligeramente dependiendo del movimiento.

Posición 5: Quinta posición

La cima de las posturas básicas. Empieza con un pie delante del otro, con el talón del pie delantero tocando la punta del pie trasero. Los brazos se colocan en una suave posición redondeada, completando el elegante marco. La Quinta Posición es sinónimo de refinamiento y precisión.

Dominar estas posturas es como aprender el alfabeto del ballet. Son la base sobre la que se construyen todos los movimientos del ballet. Practicarlas con regularidad no sólo mejorará tu técnica, sino que también realzará tu gracia y aplomo generales.

Ahora vamos a probar un sencillo ejercicio para incorporar estas posiciones a una pequeña rutina. Comienza en la primera posición y ve pasando suavemente de una a otra: Segunda, Tercera, Cuarta y, por último, Quinta. Repite esta secuencia varias veces, concentrándote en mantener la postura, el giro y la posición de los brazos.

Sigue practicando, mantén la pasión y disfruta aprendiendo ballet. Antes de que te des cuenta, estarás deslizándote por el escenario con confianza y gracia. ¡Feliz baile!